Momentos...

Hay momentos en los que no soy nada,
solo invade la oscuridad una luz en el silencio,
como el tic tac del reloj se manifiesta,
la respiración de lo que llevo dentro.

Hay lugares en los que pierdo la forma
y soy parte del fondo,
lo que esta detrás,
lo que se percibe desde lejos
ya que de cerca solo distinguimos
nuestro propio reflejo,
puedo ser ruido en los carros,
voces de gente,
gritos de niños,
ladridos de un perro.

Al perder la forma me desahogo de mi,
de lo que conozco,
de los ideales y prejuicios,
al ser parte del todo, pierdo lo que soy
y a la vez puedo ser cualquier cosa,
es entonces cuando me pregunto,
¿Qué me diferencia de otras personas?

¿Cuál es mi verdadera huella en este mundo?
Puedo dejar huella en mis pasos,
en las palabras, en los actos,
pero ¿qué parte de mi perdurará con el tiempo?

Podría ser aquella risa imparable
que compartimos juntos,
o la comprensión del silencio
en el que decidimos ser uno,
podría ser el recuerdo
que guardes de mi forma de mirarte.

Los abrazos sin razón,
el perfume en mi cabello,
podría ser tantas cosas
que igualmente con el tiempo
cada huella se desgaste
y poco a poco me dejes ir lentamente,
con los días, con los años.

Al final de todo más que una huella en el tiempo
somos momentos...chispas cósmicas
liberadas en el Universo,
momentáneamente atadas
por el misterio de la eternidad
que alberga nuestros cuerpos.

Es así como lo único que perdura
es el momento mismo,
que sobrevive y se transforma en mis actos
y revive por instantes en tus recuerdos...