Destiempo...
¿A dónde van las palabras silenciadas por el miedo que se antepone a un sentimiento? Mueren, se archivan o se amontonan en aquello que llamamos olvido... Luego deviene la queja del destiempo, cuando ya no hay sentido en lo que se dice, cuando ya no hay lugar en lo que se siente. Y nos quedamos con trozos inconclusos en el alma. ¿Qué hacer, cuando se desmiente este pensamiento egoísta de que todo ocurre a nuestro tiempo?