Destiempo...
¿A dónde van las palabras
silenciadas por el miedo
que se antepone a un sentimiento?
Mueren,
se archivan o se amontonan
en aquello que llamamos olvido...
Luego deviene
la queja del destiempo,
cuando ya no hay sentido
en lo que se dice,
cuando ya no hay lugar
en lo que se siente.
Y nos quedamos con trozos
inconclusos en el alma.
¿Qué hacer, cuando se desmiente
este pensamiento egoísta
de que todo ocurre a nuestro tiempo?
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