
Tengo una soledad que transita en las noches, en las luces de los autos, en la lejanía de las estrellas. Es un silencio que acompaña y a la vez me aleja, tengo una soledad que se desata en los pensamientos. En las preguntas sin respuesta, en dudas de lo que conozco y las voces se vuelven eco y de repente no soy nada. Tan sólo soy un ser que busca aquello de lo que más huye. Tengo una soledad que me destruye, que relata lo que olvido que niega lo desconocido. Y en lo absurdo me vuelvo tormenta, cayendo al vacío de lo que busco y no encuentro, de lo que me encuentra y a la vez evito...