Morena Lunar

Estuvo tan ausente aquel hombre, de sí mismo de lo que conocía, buscando en tantas partes aquello que ya le pertenecía, estuvo tan ausente, que los que solían conocerlo lo dejaron morir en el recuerdo. Así que nada quedó de él, no era ya, ni la alegría en una sonrisa, ni lo cálido de un abrazo, ni la caricia de una palabra, ni el amor en  un te quiero. No se muere de viejo; pensó aquel hombre, se muere al desaparecer en la presencia, de las personas que iluminaron  su vida alguna vez, pero que poco a poco se apagaron en la espera de compartir un poco de su tiempo. Tiempo no tuvo para ellos, ahora es el mismo tiempo siendo juez, quien decide castigar su propio duelo, con vacíos llenos de remordimientos. Aquel hombre tan solo es la sombra que deja atrás su propio cuerpo, tan solo es un eco de sus pasos errados, rastro de sus propios pretextos. El hombre que se ausentó por un tiempo, tiempo es lo único que es ahora, minutos lejanos de compañía, ...

Qué es amar, si no se es amado, qué es olvidar, sin ser recordado. Esperar el amanecer con los ojos cerrados, mientras el atardecer comienza a enfriar tus manos. Anhelar una estrella sin haberla tocado, vivir en otro planeta sin haber viajado. Qué es desear lo que no conoces, y haber perdido aquello que no tenías, confiar en algo que desconoces, y permanecer muerto en esta vida. Transitar por un suelo extinto de verdades, para adorar a un cielo que sólo promete falsedades. Para que darle vida al sufrmiento, si el segundo que acaba de pasar simplemente ha muerto...

Los besos que fueron dados la última vez, quedaron ocultos en la noche de mi alma, ahora solo busco la rosa del tiempo que me devuelva los pétalos del amor. No quedará ya una sonrisa tuya fotografiada en mis ojos, ya que deteriorado está el albúm en mi memoria. Los amaneceres han perdido la canción que acompañaba la brisa del viento, ahora solo desatan una triste poesía, que duerme intranquila sobre mi pecho. Desorbitada busco el Sol para talvez ocultar la sombra que yace en el tunel de mis ojos, que comparten un duelo con lágrimas secas cayendo como hojas de otoño. Aquí estoy yo, derramando palabras al viento, junto a la Luna que sigue mis pasos lentos, llevando un corazon enmascarado para no delatar el dolor que guardo dentro, sin saber donde estas tú, interprete de mis lamentos...

Condenada al insomnio nocturno, mis ojos se revelan al sueño profundo, interminables son las horas desde que mi presencia se ha apagado en tu memoria. La lluvia, junto a un invierno de espera, golpea la venta de mi corazón, cuando recuerdo que tus besos, me brindaban calor en tu hoguera. Me pregunto: ¿A cambio de qué me debo a esta pena? cuando lo único que has hecho es desaparecer, alargando mis noches en vela. Si pienso en ti, desvanezco con un suspiro profundo, pero si no lo hago, mi conciencia perderá la razón en lo absoluto. En medio de un mar oscuro, mar frío, distante. En medio de la noche negra, noche mía, Luna amante. Me encuentro en un barco de papel, sin capitan, ni tripulante, sola en la nada con la luz de una linterna, espero a que el tiempo olvide mi pena. Porque si pienso en ti, desvanezco con un suspiro profundo, pero si no lo hago, mi conciencia perderá la razón en lo absoluto.

Quizas fueron, horas días meses años, sobreviviendo, a la soledad de tu presencia, reconstruyendo, razones para mi permanencia. Quizas no es en el corazón donde el amor muere, sino en la palabra incapaz al describir un sentimiento, en una memoria inseparable de un lamento, de una duda que se cuelga en lo incompleto. Quizas fueron tus palabras y las mías, que dejaron simplemente de ser nuestras, hasta encontrar a un par de extraños, en un inesperado cruce de miradas. Quizas aceptarlo era caer en lo obvio, que ya no es lo mismo, que ya no es lo mismo y ahora todo es diferente, que ya juntos no va mas, a pesar de lo que diga la gente. Quizas fue de dos, ser uno mismo, ahora es de uno mismo, ya no pensar en dos.

Una desesperanza que crece, en la escucha de un lamento cotidiano, en la violencia que grita, en la injusticia que corrompe, en una conciencia ahora escasa de pensamiento. Y los observadores, atados a una falta de criterio, siendo el silencio más hablado a la altura de nuestros tiempos. Mirar a los demás, es mirarse a sí mismo, porque todos somos parte, de la dualidad atacante de pensamiento, somos parte del grupo dividido, que se separa y se desconoce a si mismo. Hasta la  "libertad de expresión", se vuelve tan manipulable, carente de sentido, que expira en pocos días, siendo un chiste, siendo victima del olvido. Preguntas y respuestas, dirigidas en direcciones opuestas, que al final del dia, nos envuelve toda una negativa de entendimiento, nos desarma toda una negativa de conocimiento.

Si la presencia de nuestros cuerpos, justifica una secuencia de momentos, y nuestras almas liberadas, como la brisa del viento, siendo energía, siendo sentimiento. Si tu corazón fuese mi luz, y el mío el dulce palpitar en compañía, me entregaría por completo a la magia de tus besos, me entregaría por completo al deseo navegante en nuestros cuerpos. Sin embargo, tu permanencia en el cielo, se construye como el misterio eterno, de mis suplicas idealizadas a las estrellas a lo lejos... Contigo estar, es tenerte y no tenerte en un momento, como olas del mar, vienes y te vas, golpeando mi pecho. Eres el sueño, la fantasía, el deseo, la vida, el sentimiento. Todo junto crece y se desvanece para mis adentros, al no saber si resistirán a la realidad, en ausencia de tus besos...

Si caigo en delirio y esclava de lo incierto me convierto, de ser presa de mi propio destino, desearía ser liberada, en eso que guarda tu memoria, desearia ser recordada en tu mirada, desearía tan solo ser parte de tu historia... Dejame ser la fotografía que rompa con el hechizo del tiempo, dejame quedarme en esa mirada que se cuelga en un lejano horizonte, dejame ser la fotografía de tus pensamientos enmarcados en el ayer... Y así apesar de la lejanía y lo incierto estaría junto a ti, en un solo momento...

Cuando los sonidos se apaguen, y solo quede en melodía tu respiración, cuando las palabras murmuren, y sin entender pongas atención. No ansies que la normalidad vuelva a su curso, no pidas entender , algo que brilla sin explicación, deja que la calma eleve tu alma, deja que lo impensable, libere tu corazón...

  Cuando tus ilusiones se ven perdidas y respirar es tu única salida, cuando la oscuridad rodea tu vida y sientes que tu alma está perdida. Muerte silenciosa, cuando por nada sientes alegría ya no diferencias la noche del día, porque ya todo te da igual y siempre te sientes mal. solo te quedan preguntas sin respuestas y muchos recuerdos en tu cabeza, rodeados por un mundo de sentimientos que vienen con cada pensamiento, Muerte silenciosa. el  pánico le va ganando la guerra al ánimo de tu corazón, que muere con cada minuto muerto de tristeza y decepción. Muerte silenciosa, muerte de tu alma cuando la locura te hace perder la calma. porque tu tiempo se acaba con el tiempo y de nada sirve tu arrepentimiento, porque lo dejaste morir con tanto lamento. Cuando tus ilusiones se ven perdidas y respirar es tu única salida, cuando la oscuridad rodea tu vida y sientes que tu alma está perdida. Porque lo que sientes ahora ...

Intento seguir la coherencia de mis pensamientos, sin embargo todo se torna borroso, mientras comienzo a escribir las primeras lineas... esta locura se me escurre entre los dedos. La señora de los recuerdos, siempre decide colgarme alguno en la mirada, es entonces cuando me pierdo, en las tardes oscuras, en los lluviosos momentos, en los silencios que escribo y en las palabras que pierdo... A veces las ideas mueren en el intento, en la dulzura del quizás, en la espera del mañana, en el suelo idealizado del talvez. Pero cuando esas ideas se esfuman, es cuando caigo en el vacío de los lamentos... y todo esto aprieta mi pecho y me deja sin aliento. En noches largas, escasas de sueño, en madrugadas frias llenas de suspenso, hasta que al dormir se apagan mis inquietudes y al llegar la mañana, entre pasos somnolientos, intento seguir la coherencia de mis pensamientos... Y me vuelvo a consumir

Quererte, mi castigo fue quererte, creyendo que amor, era lo que prometias al verme. Amor, crei que eso haciamos, al final de todo, al final eras todo tu lo que enfermaba mi existencia. Quedate con tus planes, infinitos en solitario, con tus palabras incomprensibles, con tu ceguera maldita, con el eco de tus sueños frustrados, y con tu propio reflejo en el espacio. Sin sentido es estar a tu lado, es cuando me siento  mas lejos, de todo, de ti , de mi... Quedate con tus planes, infinitos en solitario, con tus palabras incomprensibles, con tu ceguera maldita, con el eco de tus sueños frustrados, y con tu propio reflejo en el espacio. Este es el punto que termina, lo que nunca pudo empezar, este es el silencio que queda luego de tantas palabras en blanco, ante la falta de presencia en los actos...